Manuel, uno de los chicos con los que habló, quiso darle su teléfono. Pero se entretuvo un momento y cuando se giró ya no estaba. Era un chico muy guapo.
La noche que fui a un speed dating : aunque no a ligar
Siempre he pensado que el ritmo de Tinder debería ser como el de Idealista: si ves algo que te gusta y no quedas para verlo pronto, se lo lleva otro. Había engañado a Fran, mi compañero de piso, para que me acompañara en la odisea. Al llegar, una berenjena luminosa indicaba que Fran tenía que entrar por el acceso de chicos mientras yo me reunía con las chicas en la entrada de melocotones. Como veis, el evento era totalmente heterosexual. De repente, mientras esperaba en la fila, un señor muy ardiente salía del control de acceso de berenjenas. Avanzaba acelerado mientras se rociaba con un frasco de perfume. Denial una muestra, el envase de ml. Quise entender que no se lo habían dejado entrar y estaba intentando absorber la mayor cantidad de aroma antes de dejarlo en la lema. Al entrar, te ponían la pulserita y te explicaban muy bien el funcionamiento: el color de la brazal marcaba la zona en la que te tenías que sentar.
¿Qué es un speed dating?
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